Humanización de la asistencia

Noticia publicada el 11-08-2016

En 1991, la OMS y la UNICEF lanzaron una iniciativa a nivel mundial para promover y proteger la lactancia desde las maternidades y las instituciones sanitarias, que se denominó “Baby Friendly Hospital Initiative” (BFHI). En España, se tradujo literalmente como “Iniciativa Hospital Amigo de los Niños” (IHAN).

Se trataba de un galardón con el que, desde las altas autoridades de la salud de todo el mundo, se quería premiar o reconocer a aquellos Hospitales que hubieran puesto en marcha acciones de mejora o cambios de rutinas en la asistencia a madres y a bebés sanos, y que como resultado cumplieran con los requisitos de dos documentos claves para la promoción y protección de la lactancia materna, redactados desde los años 80: los “Diez Pasos para una Feliz Lactancia Natural” y el “Código de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna”.

El documento de los “Diez Pasos para una Feliz Lactancia Natural” ha sido y sigue siendo fundamental a la hora de guiar la modificación de las rutinas hospitalarias: basado en evidencias científicas de alto nivel, se ha convertido en la recopilación de estándares mundiales de buenas prácticas en relación con el manejo de la lactancia materna en las instituciones sanitarias.

El “Código de Comercialización de sucedáneos de la Leche Materna” busca proteger a las madres y familias de la publicidad comercial engañosa o manipuladora sobre los sucedáneos de la leche materna, y alertar a los profesionales para evitar su promoción directa o indirecta, los regalos de los laboratorios o los suministros a bajo precio. Esto no quiere decir que los hospitales no empleen leche de fórmula, sino que ésta se adquiera y administre cumpliendo unos mínimos éticos aceptables.

En realidad, la IHAN buscaba proteger la salud de madres y bebés, pero… su meta, el objetivo “directo” de los cambios que la IHAN pretendía impulsar con sus medidas, eran los propios profesionales sanitarios y a su vez, las rutinas hospitalarias. Era necesario generar una adecuada información –veraz y científica– y un apoyo respetuoso por parte de los profesionales, para que las madres pudieran tomar con libertad sus decisiones sobre cómo alimentar a sus bebés. Del mismo modo, el conseguir la excelencia en la atención hospitalaria implicaba modificar las rutinas no beneficiosas y sustituirlas por prácticas probadamente eficaces, unificando los criterios en la atención materno-infantil, basándolos en la evidencia científica.

Esto era especialmente necesario después de unas décadas “difíciles” en las que el traslado de los partos de los domicilios al hospital había desembocado en la pérdida de la “cultura del amamantamiento”, y ese saber comunitario había sido reemplazado por la necesidad de la “nueva Medicina” de regular, ordenar, medir, esterilizar y desinfectar… y que pretendió asimilar (sin éxito) el funcionamiento “autoregulado y a demanda” de la lactancia materna, con la gestión estricta y pautada de la alimentación mediante biberones de fórmula. Se generaron multitud de rutinas medicalizadas quizás “bienintencionadas” pero muy poco científicas, en las que la separación de madres y bebés y el desconocimiento de la fisiología de la lactancia eran la norma, y que en ocasiones, perduran hasta nuestros días.

La IHAN plantea el amamantar no como un “deber”, sino como un “derecho” de las madres. Ellas podrían hacer uso o no de ese derecho, pero sin embargo, el ayudarlas a que lo consigan, el apoyarlas en ese proceso libremente decidido, sería una “obligación” por parte de los profesionales sanitarios: garantizar que todas las madres que así lo deseen, puedan ejercer su derecho, es decir, consigan amamantar con éxito, con la ayuda de información veraz y del apoyo profesional adecuado.

En el año 2005, la OMS y Unicef, después de poner en marcha infinidad de hospitales “Amigos de los Niños” a lo largo y ancho del planeta, y de comprobar que se trataba de un sistema eficaz para aumentar los niveles de calidad en la atención materno-infantil, decidieron que había llegado el momento de hacer balance. Se revisaron las experiencias de más de 10.000 hospitales en todo el mundo, y la Iniciativa sufrió un importante proceso de renovación y ampliación, dando cabida a cuestiones fundamentales como el tipo de atención dispensada en el parto y nacimiento, la atención a la madre que opta por la lactancia artificial, y la necesidad de apoyo a la lactancia materna que presentan las madres tras el alta hospitalaria.

De aquí nació la posibilidad de que los Centros de Salud también puedan acreditarse como “IHAN”, cumpliendo en este caso, “Siete Pasos para una feliz Lactancia Natural” y el “Código de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna”, con el fin de “mejorar la calidad de la atención de salud dirigida a las madres, los lactantes y niños pequeños y sus familias”, y de apoyar el mantenimiento y aumentar la duración de la lactancia materna. Es de vital importancia el trabajo que se realice con la lactancia materna en Atención Primaria, tanto con la información previa como con el seguimiento y apoyo posterior, especialmente cuando la tendencia general es a dar altas hospitalarias posparto precoces.

En el caso de España, en 2009, la versión actualizada de la Iniciativa llevó asociado hasta un cambio de nombre: la denominación “Amigo de los Niños” no era popular entre los profesionales sanitarios (no ser amigo podía entenderse como ser “enemigo”) y también por la necesidad de adecuar el lenguaje de género para evitar discriminación (“de los niños”… ¿y de las niñas?)… por todo lo cual se decidió modificar el nombre, conservando el acrónimo “IHAN”, para referirse a la nueva “Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia”.

La IHAN tiene como misión que las instituciones sanitarias implanten prácticas de excelencia en la atención a todo el proceso del nacimiento y la lactancia. Para ello, actualmente, en España, un Hospital o Maternidad que aspire a obtener el galardón o acreditación IHAN, debe cumplir los siguientes requisitos:
1 Cumplir los “Diez Pasos para una Feliz Lactancia Materna”.
2 Cumplir el “Código de Comercialización de Sucedáneos de la Lactancia Materna”.
3 Alcanzar unas tasas de al menos un 75% de Lactancia Materna exclusiva al alta en bebés sanos a término
(> = 37 semanas).
4 Ofrecer información y apoyo a las madres que deciden no amamantar.
5 Ofrecer una asistencia “amigable” al parto y nacimiento.

Cuando se habla de una atención “amigable” en el parto, significa una atención acorde con la “Estrategia de Atención al Parto Normal” del Sistema Nacional de Salud (2008), en la que, cuando no hay complicaciones en la salud de madre y bebé, se respetan las preferencias manifestadas en los planes de parto, se evitan las separaciones injustificadas entre madres y bebés, se evitan rutinas innecesarias en la atención a los recién nacidos, y se apoya el inicio precoz de la lactancia.

El incluir entre las exigencias para la acreditación, la de atender a las necesidades de las madres que deciden no amamantar, es otra novedad de gran importancia.  Durante mucho tiempo, las voces críticas se alzaban contra la IHAN para poner de manifiesto la aparente falta de atención y cuidados que se dispensaba, por principio, a aquellas mujeres que optaban por la lactancia artificial. Ahora, se las incluye como parte de la Iniciativa, y a cualquier madre que (tras ser informada adecuadamente) decide no amamantar a su hijo/a, los profesionales sanitarios le ofrecerán su apoyo, le enseñarán cómo preparar y administrar la fórmula artificial de manera correcta y segura, y le facilitarán el desarrollo del vínculo con su bebé de manera específica, prestando la misma calidad de atención y cuidados que a las madres que deciden amamantar.

La inclusión del término “Humanización”, de algún modo implica la necesidad de “universalizar” estas mejoras en la calidad de la atención materno-infantil que supone la implantación del modelo IHAN, y extenderlas a todas las madres y todos los bebés sanos a término que se atienden en una determinada institución, independientemente del tipo de parto mediante el que nacen (vaginal normal o instrumental, o cesárea) e independientemente de la opción elegida por las madres -de manera libre e informada- para alimentar a sus hijos e hijas recién nacidos (lactancia materna o artificial).

En la actualidad, el proceso para conseguir el galardón o la acreditación IHAN, puede ser iniciado de forma voluntaria por cualquier Hospital (con maternidad) o Centro de Salud, y supone seguir un sistema muy detallado y documentado, dividido en cuatro fases consecutivas: “un camino en 4D”. Cada fase recibe un nombre: 1D-Descubrimiento, 2D-Desarrollo, 3D-Difusión y 4D-Designación, y tiene unos requisitos y estándares a cumplir que son evaluados externamente por la propia organización IHAN.

El primer paso dentro de la Fase de Descubrimiento, sería la creación de una Comisión/Comité de Lactancia multidisciplinar como órgano director de todo el proceso en cada institución sanitaria aspirante, pero se podría decir que, el pilar central de todas las fases, es la formación de los profesionales, prioritaria a la hora de abordar los cambios y que constituye el núcleo de las fases de Desarrollo y Difusión.

Actualmente, existen en España 15 hospitales con la acreditación completa IHAN, 16 en las fases 2D/3D y 58 que se sitúan en la fase 1D.

En las Islas Canarias, tenemos varios centros que han decidido convertirse en “aspirantes” al galardón IHAN: el Hospital Molina Orosa de Lanzarote ya ha completado su fase 1D, y de forma inminente lo harán el Hospital Materno Infantil de las Palmas de Gran Canaria, seguido del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) y probablemente, el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife).

Respecto a los Centros de Salud, sólo hay 3 con acreditación completa en todo el territorio español, 9 que están en fase 2D/3D y 89 en fase 1D (entre estos últimos, se encuentra el Centro de Salud de Titerroy en Lanzarote).

Podemos decir con orgullo y esperanza que en Canarias la lactancia materna se está moviendo en los Servicios de Salud, las Comisiones de Lactancia están ya funcionando o constituyéndose, y los objetivos de cambio de la IHAN empiezan a ocupar titulares en los medios de comunicación.

Es el momento. Merece la pena el esfuerzo. ¡Que no decaiga!.•

Aimón Sánchez Molinero
Matrona - Paritorio CHUC (Tenerife)
Presidenta de la Comisión de Lactancia
del CHUC y Área Norte de Tenerife

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